Cabezo Redondo de Villena es un referente en la arqueología valenciana para el estudio de la Edad de Bronce. A escasa distancia de la ciudad, se sitúa este promontorio que el siglo pasado se utilizaba para la extracción de yesos.
Esas canteras destruyeron gran parte del yacimiento que en la actualidad es propiedad del Estado y se encuentre vallado en todo su perímetro.
Los habitantes que poblaban el Cabezo Redondo hace más de 3.000 años eran cazadores, pastores y agrónomos.
Es el primer yacimiento prehistórico que se está poniendo en valor actualmente con nuevas metodologías en la restauración.
En en el año 1989, los especialistas hablaban sobre la vida económica en el lugar, comentando que se habían encontrado más de 50.000 huesos de fauna. El 75 % del total eran huesos de cabras y ovejas, además de conejos, toros, vacas, cerdos y solo 550 huesos de caballos. Estas cifras ponían de manifiesto que la domesticación de la cabra, la oveja, el buey y el cerdo fue anterior a la del caballo.
Entre los últimos materiales aparecidos en el yacimiento, destaca la gran cantidad de cerámica y objetos de barro y piedra. Un hallazgo muy importante ha sido un peine medio quemado, ya que solo se habían encontrado dos peines de marfil de la Edad del Bronce, uno en Almería y otro en Villena.
Pero sin duda alguna el hallazgo más espectacular aparecido hasta ahora es el denominado «Tesorillo del Cabezo Redondo».
En abril de 1963, en el borde de una gran cantera abierta en el Cabezo, al vaciar en la cantera materiales terrosos, los obreros encontraron un lote de joyas de oro que pasaron a formar parte del museo local. Un total de 35 piezas de oro y un peso total cercano a los 150 gramos.
Rodando en el Museo de Villena, #MuseumWeek . Tesoro de Villena y Cabezo Redondo. #Arqueomanía pic.twitter.com/wZpPOOUCRF
— Manuel Navarro (@arqueomaniaprod) 20 de junio de 2017
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