Frente al abandono que sufren muchos yacimientos y patrimonio en Galicia, han surgido iniciativas voluntarias para ayudar a que estos pedazos de historia no caigan en el olvido.
Por ejemplo, la asociación O Sorriso ha limpiado de maleza la iglesia románica de San Estevo (Rubiá – Orense) que ha recuperado parte de su esplendor.
Se entiende que tendrían que ser las administraciones las que se ocupasen de estos trabajos. O por lo menos, coordinar a estos grupos de voluntarios.
Algo parecido es el proyecto de los arqueólogos Antón Malde y Manuel Gago. En el pueblo de Coirós (La Coruña), un grupo de voluntarios trabajará para limpiar lo que se interpreta que puede ser un santuario galaico-romano.
Otros proyectos para estos voluntarios sería la limpieza de la iglesia de San Paio de Acevedo, el castillo de Aranga y el castro de As Travesas, en Carral.
Este voluntariado también lo practica el Instituto de Estudos Miñoranos, con rutas y charlas sobre los yacimientos de la zona del Val Miñor y Baixo Miño y otros grupos como la Asociación Ecocultural Búrbida.
La Comunidad de Montes de Leiro y el Ayuntamiento, trabajarán para limpiar una de las necrópolis más importantes de la comarca, la de las mámoas de Os Campiños.
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