Tras suicidarse Nerón, el Imperio quedó sumido en la anarquía hasta el año 69 d.C. cuando un veterano general fue aclamado como Emperador por sus legiones y conducido triunfalmente a Roma: Vespasiano.
Vespasiano provenía de la familia flavia, hasta el momento una familia que carecía de algún linaje noble. Su abuelo fue centurión y su padre recaudador de impuestos. El emperador nunca ocultó su pasado e incluso se burlaba de los que intentaban “maquillar” sus raíces para dotar a su familia de mayor abolengo.
Padre de dos hijos que le sucedieron en el trono de Roma: Tito (79-81 d.C.) y Domiciano (81-96 d.C.), la familia flavia gobernó Roma durante 27 años. Vespasiano fue aclamado Imperator por sus legiones el 1 de julio del año 69 y refrendado su nombramiento por el Senado 6 meses después.
Por aquel tiempo, el sexagenario general, se encontraba en Judea, donde Nerón lo había enviado, para sofocar las rebeliones de los judíos. Había una profecía muy difundida en aquel tiempo, aseguraba que unos hombres procedentes de Judea se adueñarían del Imperio. La interpretación pagana sugiere que hace referencia a los hijos de Vespasiano, que se encontraban con su padre guerreando en Judea. La interpretación cristiana señala a Jesús de Nazaret y sus discípulos como los “dueños” de un Imperio que sería próximamente cristiano.
Vespasiano se caracterizó por ser muy ahorrador, no obstante, bajo su mandato se iniciaron la obras del Coliseo y de la Domus Flavia, se construyeron nuevos acueductos y se repararon vías y calzadas, se reconstruyó el Templo de Júpiter en el Capitolio… para ello su política de impuestos era implacable. Entre estos impuestos estaba el fiscus iudaicus, que desvió a las arcas imperiales las contribuciones que hacían los judíos al Templo de Jerusalén. Esta fue la gota que colmó el vaso de los judíos, que ya de por sí conocían y odiaban, desde hacía tiempo, al viejo Emperador.
Recreación de la destrucción del Templo de #Jerusalén, año 70 dC pic.twitter.com/Ufh29McmFZ
— Marcela Zapata-Meza (@Machezm) 27 de septiembre de 2017
Tito sería el encargado de terminar la guerra de Judea que comenzó su padre, Vespasiano estuvo durante tres años ocupado con la guerra en Palestina. Tito se marcó un único objetivo: conquistar Jerusalén. Desde Alejandría marchó contra Judea, con 4 legiones; puso cerco a la capital hebrea en abril del año 70 y la asedió durante 5 meses.
A finales de mayo, los legionarios, ocuparon los barrios del norte de la ciudad; obligando a los judíos a refugiarse en la ciudad alta y en el recinto del Templo. El Templo había sido ampliado y fortificado en tiempos de Herodes. Los enfrentamientos fueron durísimos hasta el 30 de julio cuando las legiones lanzaron el asalto final sobre el Templo.
Guardando el Templo se encontraba la fortaleza Antonia; eran 4 torres que defendían el recinto. Las legiones empezaron el asedio por esta fortaleza que fueron derruidas por los soldados, entrando así en el recinto. El recinto del Templo estaba limitado por un pórtico con columnas de 1 Km de perímetro; se produjeron escaramuzas, pero en terreno abierto las legiones eran muy superiores. Cuando perdieron la posición del pórtico, los Gentiles judíos, cruzaron el Atrio en dirección al edificio central donde se encontraba el “Sancta Sanctorum”. En este lugar, entre otras riquezas estaba el Arca de la Alianza. Fue en este edificio donde los Zelotes de Eleazar, hijo de Simón, se hicieron fuertes y lograron resistir los primeros momentos. Pero los soldados romanos incendiaron el lugar empezando por las maderas nobles que lo decoraban, el incendio destruyó casi todo. Los Zelotes perdieron y defendieron con su vida el lugar más sagrado del judaísmo.
Tito entró a caballo hasta el mismo lugar donde, según la tradición judía, moraba Dios.El Templo fue totalmente saqueado. Cuando concluyó la guerra de Judea, Tito volvió a Roma (año 71) donde fue homenajeado con una espléndida procesión triunfal por las calles de la ciudad eterna.
La comitiva atravesó la ciudad hasta llegar al Foro, siguieron hasta el Templo de Júpiter en el Capitolio, donde se hicieron sacrificios religiosos. Allí se exhibieron los tesoros del Templo y prisioneros de guerra, como Simón hijo de Giora que fue ejecutado. Años más tarde se erigió el Arco de Tito, para conmemorar el triunfo sobre los judíos.
Ferdynand says
¿Es cierto que Vespasiano cambió su jaca por un vehículo motorizado, de dos ruedas, al que prestó su nombre?
MMM says
Sí, es cierto… algo parecido le ocurrió a otro piloto italiano como Vespasiano, llamado Simoncelli… que prestó su nombre a una bebida para taponear alegremente:… Limonchelo…
g says
tito flavio vespasiano y su hijo el gran tito engrandecieron a roma, el hermano de tito domiciano fue cruel y algo pusilanime, igual los emperadores q lo sucedieron de la dinastia ulpia-aelia o antonina trajeron mayor grandeza aroma
José Del Pozo says
Vaya guasa tenéis… Me apunto lo de Vespasiano como «inventor-bautizador» de la Vespa. Es bueno!
José Del Pozo says
Y bueno, felicitar a MMM por su artículo (que me olvidaba).