Por razones sentimentales, un alemán no había sido capaz de deshacerse de una lata de manteca americana de la marca “Swifts Bland Lard”.
Esta lata tiene historia, llegó a sus manos en uno de los millones de paquetes de ayuda repartidos en la Alemania Occidental al término de la II Guerra Mundial, exactamente en el año 1948. En estos paquetes se incluía: leche en polvo, azúcar y queso. La ayuda americana consiguió cruzar el muro de Berlín, no sin antes sortear numerosos obstáculos.
Este alemán, ha día de hoy farmacéutico, mandó analizar la manteca enlatada 64 años después. Y para sorpresa de todos, los resultados de los análisis han revelado que este aún es apto para el consumo. En definitiva estamos ante una buena conserva.
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