Las obras en el barrio barcelonés de Poblenou, han deparado una sorpresa. La aparición de restos óseos de animales encontrados en la misma posición en la que fueron enterrados.
Se logró identificar unos 45 cuerpos de caballos, cabras, ovejas, perros y gatos. Pero lo que más sorprendió fue comprobar que a los caballos les faltaba parte de su esqueleto. En concreto los metacarpos y metatarsos de los extremos de sus patas. Un enigma complicado de resolver si no hubiera sido porque junto a los animales también se encontraron varias láminas de hueso que había sido utilizadas para fabricar botones. Incluso aparecieron entre la arena piezas a medio hacer y una acabada.
A finales del siglo XIX, varias eran las empresas barcelonesas que se dedicaban a fabricar botones con huesos de animales.
En Barcelona tenemos @LaCalders . Una antigua fábrica de botones reconvertida en #librería @entrelectores pic.twitter.com/wC0RPYdlWL
— Cristina Robert (@crobertsubias) 16 de julio de 2016
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