Pocos son los restos que se conservan de la fortaleza santiaguista de Moratalla. Sigue en pie y puede visitarse, La Torre del Homenaje, que cuenta con 22 metros de altura y fue levantada a mediados del siglo XV.
El recinto contaba con 5 torres más: Redonda, Blanca, la Magdalena, Quebrada y Cuatro Vientos. Por falta de financiación, sólo se puede visitar el gran torreón. Servía de sede al comendador de la Orden de Santiago, quien controlaba estas tierras del noroeste murciano.
El Comendador más conocido fue Alfonso de Vozmediano. Su historia no termina bien: quiso aprovecharse del pueblo y murió linchado por éste. Su cuerpo permaneció 3 días colgado en la fachada de la fortaleza.
La torre se distribuye en 4 alturas. En el sótano se encuentra el aljibe, depósito de agua pluvial para soportar los asedios. En la Guerra Civil, se utilizó como cárcel y en sus paredes aún se conservan los nombres de algunos de los presos. La planta baja, servía de almacén de alimentos y sala de armas. El primer piso era una estancia sobria iluminadas por ventanas ajimezadas. Sin duda lo mejor del recorrido es subir a la cubierta de la torre, desde donde se puede divisar el entramado retorcido de las calles de Moratalla, recuerdo de su pasado árabe, y controlar toda la comarca.
#MurciaEsFea Castillo de Moratalla (Murcia) , casco antiguo. pic.twitter.com/J9yHYo97Ux
— Loren (@Crocop_K2) 27 de julio de 2016
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