Según una nueva teoría, formulada por el investigador Steve Wallmer, el monumento megalítico de Stonehenge nació fruto de una ilusión sonora. Esta explicación apuntaría a que la arquitectura y el arte no están inspirados solamente por lo que uno ve, sino también por lo que uno oye.
Las interacciones entre 2 sonidos de la misma longitud de onda que pueden anularse dependiendo del lugar en el que se encuentran intrigaron a Wallmer. Este fenómeno conocido como “zona sonora muerta” puede confundir el cerebro: las personas que sufren esta ilusión acústica creen que una construcción invisible impide la propagación del sonido.
De este modo es posible que se puedan tocar instrumentos dentro del círculo y al pasar a otra zona desaparecería el sonido. Esto les haría creer que dentro del círculo había objetos invisibles.
Stonehenge en 1877, antes de su restauración, y en la actualidad. pic.twitter.com/AhhlxXb1eL
— Susa (@suloper) 6 de diciembre de 2017
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