Se publica la vida y la obra del arqueólogo alemán Walter Andrae. Descubridor de las ruinas de Babilonia y de Assur, capital de Asiria.
‘Memorias de un arqueólogo’, es la ocasión de conocer la peripecia de una vida de aventura y exploración, pero también de convulsiones sociales y políticas.
Nacido en Leipzig en 1875, se le considera uno de los mayores descubridores de la Antigüedad oriental, a la que dedicó toda su vida. Con sólo 23 años, y recién terminados sus estudios de arquitectura en Dresde, fue contratado como dibujante para participar en el primer gran proyecto arqueológico alemán en Mesopotamia en 1898.
Era aquella una época, a principios del siglo XX, en la que la Arqueología estaba en pleno auge y eran muchos los aventureros que iban a Oriente Próximo y alrededores en busca de tesoros.
Acompañado siempre de su caja de acuarelas, Andrae pasó casi 15 años en los yacimientos de Babilonia, Borsippa, Fara, Hatra y sobre todo Assur, un yacimiento que excavó con gran meticulosidad, en los que sacó a la luz sus palacios y templos.
Estando por aquellas tierras, tuvo que pasar la I Guerra Mundial en las montañas y desiertos de Oriente, pero ello no le impidió seguir adelante con su afán de exploración y se le recuerda como el arqueólogo que reconstruyó la joya que es la Puerta de Ishtar.
Gertrude Bell met some exceptional archaeologists during her pre-war travels in the Near East. One was Walter Andrae pic.twitter.com/QDe2ZNNlap
— M J Mann (@secondachilles) 22 de marzo de 2016
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