Hace 2 meses que desapareció el Códice Calixtino de la Catedral de Santiago y las investigaciones de la Brigada de Patrimonio no han cesado.
Continúan analizando los datos y las pruebas que recogieron. Se han visionado todas las cintas, así como las huellas que recogieron agentes de la Policía Científica y Judicial de Santiago en la cámara de seguridad donde se encontraba la obra. La Policía no descarta que la obra esté ya fuera de España y en poder de algún coleccionista privado, que sería el que haya encargado su robo por encargo.
Por el momento, ni la Policía ni el arzobispado de Santiago quieren pronunciarse sobre las investigaciones.
Los investigadores creen que el autor del robo puede ser una persona cercana al archivo o a la propia catedral y no descartan que sea uno de sus investigadores, trabajadores o algún religioso. El hecho de que accedieran con llave a la cámara de seguridad, que conocieran perfectamente donde se encontraba el Códice, y que no forzaran nada, son indicios que apuntan a esta posibilidad. En lo que ya hay menos unanimidad es en el móvil del robo.
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