En pleno corazón del paraje natural protegido de la sierra de Cabo Tiñoso (Cartagena) se encuentran las imponentes baterías del fortín militar de Castillitos. Levantado durante la dictadura de Primo de Rivera para defender la base naval de Cartagena y en servicio hasta el año 1993.
Ahora, el Ayuntamiento de Cartagena parece decidido en poner en valor este increíble paraje, que cuenta con 2 cañones vickers de 1929, capaces de disparar un proyectil por minuto de una tonelada, cargados con 18 kilos de TNT, a una distancia de 35 kilómetros. Tres pisos subterráneos contenían toda la maquinaria y el engranaje. Para la época, tecnología punta. Los tubos de estos cañones miden casi 10 metros y pesan algo más de 86 toneladas.
El conjunto de Cabo Tiñoso lo forman 3 baterías de costa: Castillitos (a 250 metros de altura), la del Jorel (de 1923, 4 cañones) y la batería del Atalayón (345 metros de altura, 4 cañones antiaéreos). Las instalaciones militares se completan con túneles, galerías, almacenes, oficinas, despachos, baluartes, puestos vigías acasamatados y las estancias necesarias para la rutina diaria de la tropa.
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