La desaparición repentina de los Neandertales hace 40 mil años siempre ha sido uno de los mayores misterios de la evolución humana. Lo que sí está claro es que fueron sustituidos por otro Homo, anatómica y genéticamente diferente y que procedía de África: el Homo Sapiens.
Según las investigaciones de la Universidad de Cambridge en la región de Périgord, suroeste de Francia; los neandertales fueron borrados del mapa. Los humanos modernos los invadieron de forma masiva hasta superar 10 veces la población de neandertales.
La región de Périgord contiene la mayor concentración de yacimientos de neandertales y Sapiens de Europa. Allí se han realizado diferentes análisis estadísticos y según los restos como herramientas de piedra o restos de animales, se han encontrado pruebas de que las primeras poblaciones humanas penetraron en la región en un número muy superior al de las comunidades locales neandertales.
Frente a este aumento poblacional, la capacidad de los neandertales para competir por los mismos lugares donde vivir y de alimentos (renos, caballos, bisontes y ciervos) se vio menguada. Los conflictos entre las dos poblaciones por ocupar las tierras más ricas se repetían, pero el mayor número de individuos, su alta capacidad para coordinar actividades y sus grupos sociales más grandes e integrados, garantizaban el éxito de los humanos modernos.
Los grupos de humanos modernos también poseían tecnologías y equipos de caza superiores, como lanzas de largo alcance y eran más eficientes almacenando alimentos de cara al invierno. Que los humanos modernos disponían de cerebros y capacidades mentales más desarrollados respecto a los neandertales es aún un debate abierto, pero la repentina aparición de una amplia gama de formas de arte complejo como las pinturas rupestres, la producción a gran escala de artículos de decoración (piedra perforada y cuentas de marfil y de conchas del mar) y los sistemas simbólicos de las marcas en los huesos y en las herramientas de marfil (todo aspectos que no se habían visto en los neandertales), apuntan a sistemas más elaborados de comunicación social entre grupos de Homo Sapiens, probablemente acompañados de formas más avanzadas y complejas de la lengua.
Frente a estas competencias, a los neandertales no les quedó más remedio que retroceder a regiones marginales y menos atractivas del continente hasta la extinción, que, quizás pudo haberse acelerado por un empeoramiento repentino del clima en Europa hace unos 40.000 años.
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