Neandertales, ¿Los primeros humanos?…

España es un paraíso de hallazgos neandertales, entre la costa asturiana y Murcia. La última noticia procede de la sima de las Palomas (Murcia). Se acaba de desenterrar un esqueleto de una mujer que vivió hace 45.000 ó 50.000 años, del que se conserva el 85%.

Los últimos hallazgos fósiles han acercado como nunca a neandertales y a Homo Sapiens, desde que fue desenterrado el primer neandertal en Alemania, en 1856. Es cierto que el esqueleto y la morfología del neandertal era diferente al del Sapiens: más robustos, con un saliente óseo encima de los ojos, un cráneo y un cerebro mayores, y de menor estatura. Pero los últimos descubrimientos apuntan a que los neandertales eran tan humanos como nosotros. La cuestión sería más bien preguntarse hasta qué punto nos parecemos a ellos.

El yacimiento de la cueva de El Sidrón, en Piloña (Asturias), ha proporcionado en los últimos años valiosos fósiles. En muchos de estos restos se hallaron marcas en sus huesos que mostraban que habían sido devorados en un acto de canibalismo.

En este hecho, el canibalismo, se apoyan los detractores de relacionar tan íntimamente a neandertales y humanos.

Es más que probable, que al pasar por épocas de carencia alimenticia aplicaran esta práctica. Hace unos 49.000 años, el clima sufrió enfriamientos sucesivos. Hubo épocas en que llegaron bloques de hielo al Cantábrico; son motivos suficientes para imaginarse la crisis.

Además existen pocas evidencias de violencia entre neandertales. Tampoco podemos olvidar que el canibalismo podría formar parte de rituales relacionados con la naturaleza, lo que los haría en todo caso más humanos, no menos.

Los restos en la cueva del Sidrón nos muestran que los varones eran familia: hermanos, tíos, primos. Mientras que las hembras no lo eran. Se supone que entre clanes se  intercambiaban las mujeres para preservar la diversidad genética. Es un sistema muy extendido entre los cazadores recolectores, a los cuales los consideramos Sapiens.

Hablamos de grupos pequeños de entre 8 y 30 personas. Si estos grupos no se relacionan con otros, diez generaciones después hay un deterioro genético y cultural enorme. Y una manera de mantener lazos de amistad sería este intercambio de mujeres.

Hay numerosos casos en que los restos arqueológicos demuestran que los neandertales cuidaban de los suyos. Como ejemplo, el hombre “viejo de Shanidar” (Irak). Sufrió heridas gravísimas en un brazo, deformaciones en ambas piernas y un golpe en la cabeza que le dejó casi ciego cuando era un adolescente. Este hombre sobrevivió entre 20 y 35 años a sus heridas. No podría haberlo logrado, de no recibir cuidados y alimentos de los suyos. Podría decirse que eran muy humanos.

Otro motivo para creer en la humanización. Los neandertales cocinaban los alimentos, los hervían en agua; tendrían una especie de ollas  hechas de algún material orgánico, aunque no tenemos ningún resto de ellas.

Se han encontrado pruebas de la dieta vegetariana de los neandertales: en dientes fósiles de hace unos 40.000 años, en la cueva de Shanidar (Irak), y en un yacimiento en Bélgica: restos microscópicos de semillas de dátil en la placa dental, además de almidón procedente de granos de trigo, cebada y centeno.

Además, eran unos maestros del fuego. En el yacimiento de Abric Romaní  (Tarragona), se han examinado más de 200 hogueras desde 1983, hechas por estos homínidos; de las cuales ya han identificado al menos una docena de clases de fuegos, destinadas a iluminar, proporcionar calor o cocinar.

Restos de vértebras de cetáceos y huesos de focas se han encontrado en 2 cuevas neandertales de Gibraltar, ¿Cómo pescaban sin redes? Quizá matando los delfines varados en las playas, y a las crías de foca en las estaciones de reproducción. Ser cazador – pescador era una prueba de inteligencia.

Los recientes trabajos demuestran que los neandertales fabricaban adornos y se pintaban. Hay dos cuevas en Murcia, la de Los Aviones (a menos de 5 kilómetros del mar) y la Cueva de Antón, a unos 80 kilómetros de la costa. Encontramos allí conchas perforadas pintadas. No tienen ninguna función que no pueda ser la de adornarse. En la cueva de Los Aviones la pigmentación es bastante compleja, hechas a base de mezclas de diversos tipos de minerales, lo que se consigue son efectos que no existen en la naturaleza.

Se acepta que el primer contacto entre humanos modernos y neandertales se produjo en Europa hará unos 40.000 años. Pero 10 milenios antes los neandertales ya se adornaban y pintaban sus cuerpos. Hasta 1996 no se empezó a admitir que los autores de esos collares eran neandertales y no humanos.

Los adornos, o habían sido fabricados por humanos y se mezclaron con restos neandertales, o bien estos copiaron a los humanos. Imitación, otro rasgo de inteligencia.

Todo el mundo acepta el origen africano de la humanidad actual, los Homo Sapiens desplazaron a los neandertales, que habían dominado el continente europeo y la parte más occidental de Asia durante 200.000 años. Disponían de una mejor tecnología y los condenaron a la extinción hace unos 30.000 años.

El hallazgo en 1998 en Lagar Velho (Portugal) del esqueleto de un niño de 24.000 años con rasgos neandertales se suma al de los restos de individuos en Rumania y la República Checa en los que se aprecian una mezcla de caracteres que hacen pensar que fueron el resultado de un cruce entre neandertales y humanos modernos.

Científicos del Instituto Max Planck en Alemania ensamblaron el 60% del genoma del neandertal a partir de 400 miligramos de polvo de tres huesos encontrados en una cueva de Croacia, en un logro tecnológico sin precedentes. Compararon esa secuencia genética con los genomas de 5 humanos actuales procedentes de Nueva Guinea, China, Francia y África Occidental y Oriental. El resultado fue una sorpresa que ni ellos esperaban: los europeos y asiáticos contenían genes neandertales.

A día de hoy, todos los que vivimos fuera de África llevamos dentro un poco de ADN neandertal. Es probable, que esta mezcla tuviera lugar en Oriente medio, entre hace 50.000 y 80.000 años. A medida que los humanos modernos se extendieron se encontraron con poblaciones neandertales. Sabemos por la arqueología que vivían de una manera muy similar, y seguramente encontraron compañeros adecuados mezclándose con ellos.