Medina Azahara había sido construida por el primer califa de Córdoba Abderramán III, en el siglo X. La ciudad era un enorme y lujoso complejo palaciego, símbolo del arte de los omeyas. En ella se concentraban el poder político y administrativo.
Poco duró, menos de 100 años, debido a las guerras internas que romperían Al-Andalus en taifas. Las instalaciones se abandonarían y se terminarían desmantelando los edificios para las nuevas construcciones de los cordobeses.
La ciudad se tornó en mito y su ubicación se olvidó. Pero sus restos siempre permanecieron allí. Eran conocidos, aunque nadie los identificaría con la ciudad de Abderramán hasta la primera mitad del siglo XIX.
Fue en 1911 cuando comienzan unas excavaciones que continúan hoy. Para conmemorar el centenario, la Junta de Andalucía y Casa Árabe celebraron unas jornadas bajo el título Una joven ciudad milenaria, que ha reunido a expertos en el palacio califal.
Hoy la cosa va de leyendas… ¿Sabríais decirnos cual es el motivo por el cuál Abd al-Rahman mandó sembrar aquellos preciosos almedros en Medina Azahara? ? https://t.co/00BdoKomgB #QueverenCórdoba #LeyendasDeCórdoba #MedinaAzaharaCórdoba pic.twitter.com/l8l3J0VYln
— Qué ver en Córdoba (@QueverenCordoba) 27 de noviembre de 2017
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