El nombre de Cartagena ha cambiado numerosas veces a lo largo de la Historia.
Codiciada por numerosos pueblos por su importancia estratégica, militar y comercial; no olvidemos la importancia de sus minas.
Los antiguos indígenas anterromanos se asentaron en la cumbre del actual cerro de la Concepción, llamando a este emplazamiento Mastia o Massia.
«Qarthadast», fue el nombre Cartaginés heredado de los Fenicios. Cuando llegaron los Romanos empezaron a denominar la ciudad: “Spartaria”. Por la gran cantidad de esparto que se cultivaba en la zona. Esta planta había sido introducida por los Fenicios y aprovechada en gran escala por Cartaginenses; a juzgar por las grandes cantidades que había en los almacenes al tomar la Escipión la ciudad.
El nombre original de Cartagena es “Ciudad Nueva”, y así se lee en las monedas más antiguas. Solamente los Romanos, en tiempos muy avanzados, empezaron a utilizar la redundancia “Carthago Nova”: “Ciudad Nueva Nueva”.
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