Un análisis de los restos encontrados en las tumbas reales del monasterio de Santes Creus en Tarragona, ha desvelado que los reyes medievales se teñían el pelo y se maquillaban.
El proyecto se inició en 2010 en el marco de la celebración del 850 aniversario del monasterio cisterciense, y planteó la restauración de las tumbas de los reyes Pere II el Gran, Jaume II el Just y Blanca de Anjou. Los análisis de los restos del rey Pere, ha determinado la presencia en la barba de Apigenina Genisteina, un producto procedente de la retama y utilizado históricamente para teñir de rubio los cabellos.
La misma sustancia hallada en el pelo de la reina Blanca de Anjou, esposa de Jaume II el Just. En la cara de la reina se ha encontrado además restos de ácido carmínico, que se habría utilizado como maquillaje facial.
En ambos casos se ha realizado asimismo la reconstrucción facial, una técnica habitual en la ciencia forense y criminalística y a la que también ha recurrido la arqueología.
La reconstrucción de la cara de Blanca de Anjou ha permitido constatar que, como pasa en muchas tumbas góticas, la representación escultórica del yacente de la tumba no es un retrato fidedigno, sino una idealización estética del artista.
TOMBA DEL REI PERE III EL GRAN, EN EL MONESTIR DE SANTES CREUS, (Tarragona) pic.twitter.com/RGCF83r2v0
— Àlex Flich Arnau (@AlexFlich) 12 de febrero de 2017
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