La Alhambra está llena de pasadizos, mazmorras y subterráneos. No es de extrañar, fue concebida con una finalidad defensiva y en momentos de tensión debía ser desalojada rápidamente.
Se han catalogado para su estudio todos estos pasadizos de la Colina Roja y se trabaja para su conservación y estudio. De momento no están abiertos al público hasta que no termine su consolidación.
En la zona de la Alcazaba lo que predominan son los silos y las mazmorras. Los primeros tenían como función guardar grano y semillas. Los segundos era los lugares en los que se encerraba a los cautivos.
Entre los múltiples pasadizos, destacan los que conectan diferentes estancias del palacio. Estrechos y oscuros, estaban destinados al servicio y la guardia. Los más impresionantes son los que siguen la conocida como calle de Ronda, que pudo servir como zona de escape ya que llega hasta la Torre de Comares.
También por encima del muro Adarve, conocido como El Paso, hay un pasadizo de guardia que se reconvierte en túnel en la zona de los palacios nazaríes, atravesando torres y siguiendo la línea de la muralla. También existen túneles que conectan la Alhambra con la ciudad.
En la alcazaba, estos pasadizos, fueron construidos en el mismo momento en el que se levantó la Alhambra, en el último tercio del siglo XIII. Los que existen en la zona de los palacios nazaríes tienen su origen a mediados del siglo XIV. Los últimos fueron construidos ya por los cristianos: el Palacio de Carlos V tiene estructuras muy similares que tuvieron la misma función de facilitar una huida o albergar cautivos.
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