En 1588, Felipe II reunió una gran Armada para a tacar la Inglaterra de Isabel Tudor, hija de Enrique VIII. Ambos países se habían enfrentado a causa de de las incursiones piratas de Drake en las Indias, de la ayuda inglesa a los rebeldes holandeses y de la intervención española en Irlanda.
En 1585 la reina Isabel había favorecido a los rebeldes de los Países Bajos. Firmó con ellos un tratado en el que se comprometía a prestarles ayuda militar a cambio de la presencia de sus tropas en Brill y Flesinga.
En 1587 Isabel I ordena ejecutar a María Estuardo, reina escocesa y pretendiente al trono inglés, de la que dependía la posibilidad de una restauración del catolicismo en Inglaterra y sobre la que giraba una conjura católica que pretendía asesinar a la soberana inglesa siendo esto uno de los detonantes que provocó el conflicto entre España e Inglaterra.
Por otro lado, durante el siglo XVI se intensifican las acciones de los corsarios ingleses, especialmente Francis Drake, siendo esta una de las causas de la empresa, que en 1586 logró que no llegara a España ni una sola pieza de plata de las minas de México o Perú precisamente en una época en que las finanzas de Felipe II necesitaban desesperadamente los metales de las Indias. En 1987 el corso se recrudeció y, en mayo, Felipe II ordenó la captura de todas las naves inglesas ancladas en puertos españoles.
#Felizmiércoles Isabel I "la Reina Virgen"de Inglaterra, hija de Enrique VIII y Ana Bolena, fue la 5a y última monarca de la Dinastía Tudor. pic.twitter.com/4SARjE2Zwc
— Mujeres con Historia (@Histomujer) 18 de octubre de 2017
Estos fueron los principales motivos por los que Felipe II decide crear la Armada Invencible. El propósito de aquella extraordinaria agrupación era atravesar el Canal de la Mancha y reunirse en la costa de Flandes con el ejército mandado por el duque de Parma. Una vez realizada la conjunción de ambos ejércitos, la flota se dirigiría hacia el estuario del Támesis con la intención de realizar un desembarco y marchar hacia Londres. De esta manera, las tropas españolas procederían a derrocar a la reina Isabel para, acto seguido, reinstaurar el catolicismo. No sólo se asestaría un golpe enorme al protestantismo sino que además Felipe II vería favorecida su situación en los Países Bajos donde había una guerra que estaba drenando peligrosamente los recursos españoles.
Fuente: ¿Qué fue la Gran Armada? por Pablo Martínez, Juan José Pallarés, Pedro José Sánchez y Pablo Victorio. Alumnos de Historia de la Universidad de Murcia.
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