Dentro del Conjunto Monumental de Santo Domingo (Lorca), la parte más dañada por los terremotos del 11 de Mayo es la cúpula de la capilla del Rosario, decorada con pinturas murales del siglo XVII.
La bóveda semiesférica ha resultado dañada a la altura de 80 cm de su base, con una desviación hacia el exterior del arranque de unos 11 cm. La situación es por tanto muy delicada, y por eso se han aplicado medidas minuciosas para que el deterioro final sea mínimo o nulo
Es cierto que desde el primer momento, la labor de consolidación para evitar mayores daños fue exhaustiva y minuciosa. Ha sido necesario montar un andamiaje metálico de 3 mil m3 de 30 metros de altura por 10 de ancho en la base, coronado por una cimbra de madera de pino. La estructura ha sido creada ex profeso por artesanos ebanistas para que la bóveda asiente sobre la estructura por completo y asegurar su estabilidad.
Las pinturas fueron realizadas entre los años 1743 y 1744 por el pintor Bartolomé Martínez Fernández de Espinosa sobre una obra anterior, probablemente de escaso valor artístico, y están rematadas con un pinjante ornamental en forma de florón colgante colocado en la intersección de los nervios de la clave de una bóveda. Es de madera tallada y está firmada por Jerónimo Caballero.
Al margen de la cúpula los daños en el interior de la capilla del Rosario no parecen, en principio, demasiado importantes, salvo en el caso de la clave del arco toral, que es el que sustenta la bóveda, y que corría el riesgo de caer. Para evitarlo se instaló en un primer momento un andamiaje de urgencia. En cuanto a los retablos no han sufrido daños de consideración. El más importante, el del altar mayor, del que se conserva un fragmento del original, y fue reconstruido en su totalidad hace unos años, dentro de los trabajos de recuperación del templo.
Cristo del Rescate y cúpula de la Capilla del Rosario , paso Blanco. #JuevesSanto #Lorca #JfTour pic.twitter.com/M5rHQCL9YG
— JFRomera???? (@JFRomera) 24 de marzo de 2016
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