En la primavera del año 480 a.C., el rey persa Jerjes avanzaba hacia Atenas con el mayor ejército terrestre conocido y con una impresionante flota.
Frente a esta amenaza, las ciudades griegas que se comprometieron a hacer frente a la invasión persa se reunieron en el Templo de Poseidón de Corinto y juraron defender Grecia, creando así lo que más tarde se conocería cono la Liga Helénica. Concluyeron que lo más lógico era adelantarse y esperar a los persas en alguno de los pasos de montaña, pues allí residía la única oportunidad de hacerles frente con algún éxito.
De este modo se eligió el paso de las Termópilas, en el extremo meridional de Tesalia, para rechazar al enemigo. Las Termópilas, es un acantilado entre el mar y las montañas. Su longitud era, en aquel tiempo, de 1300 metros de largo con una anchura de entre 15 y 30 metros. Leónidas confió en esta estrechez para anular la ventaja numérica de los persas. Otro motivo para la elección del paso era que el acantilado quedaba en el flanco derecho que era uno de los puntos débiles de los hoplitas, ya que ellos sostenían su escudo con el brazo izquierdo.
Leónidas, el rey espartano, solo pudo llevar consigo a la guerra a su guardia personal; los 300 hoplitas. El grueso del ejército espartano se quedó en casa ya que en la ciudad se celebraban las fiestas carneas, y los espartanos, que eran muy religiosos, no querían ofender a los dioses.
Monumento a Leonidas I, rey de Esparta en las Termópilas; cuyos 300 perecieron al grito de “venid a buscarlas”. #viajesarqueológicos #grecia pic.twitter.com/WdhrjBkcQU
— Pausanias (@PausaniasViajes) 3 de marzo de 2017
El destino y la muerte se habían aliado en la persona de Leónidas, ya que el Oráculo de Delfos había predicho que Grecia solo se salvaría si el rey de Esparta caía en la batalla. Leónidas asumió su destino y se convirtió en el primer rey espartano muerto en combate.
En el verano del año 480 a.C.; Leónidas, sus 300, 1000 periecos (ciudadanos semiindependientes de localidades cercanas a Esparta) y otros 1000 hilotas (siervos) se pusieron en marcha hacia las Termópilas. Por el camino recogieron 4000 guerreros del Peloponeso, 400 tebanos, otros 700 procedentes de Tespias y 1000 combatientes focideos y locrios.
En total, Leonidas contaba con unos 7 mil hombres que debían hacer frente a más de 200 mil persas. Cuando llegaron a las Termópilas lo primero que hicieron fue reconstruir el antiguo muro levantado por los habitantes de Fócide, en paralelo a la costa.
Jerjes envió un mensaje a Leónidas: “Entrega las armas”. Como respuesta recibió un: “ven a por ellas” del espartano. Así comenzó una de las batallas más épicas de la Historia que duró 3 días.
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