En el Museo Arqueológico de Murcia (MAM) se puede contemplar la exposición ‘Torre de Babel. Historia y Mito’.
Se muestran 16 piezas y varios videos explicativos. Allí están, majestuosos, dos imponentes relieves de ladrillos esmaltados de la vieja Mesopotamia.
Restos de un colosal friso: un león y un dragón. Construidos en tiempos de Nabucodonosor II (604-562 aC). Esas dos piezas del Vorderasiatisches Museum de Berlín, que se exhiben por primera vez en España, merecen una obligada visita.
La asombrosa Babilonia, atravesada por el río Eúfrates, llegó a tener 80.000 habitantes y a ocupar 375 hectáreas con ocho puertas de entrada a sus dobles murallas.
Una exposición para adentrarse en la historia de Mesopotamia, para conocer a Ishtar, la diosa del amor, la fertilidad y la guerra para recorrer las magníficas avenidas (gracias a su reconstrucción en un vídeo) de esa fabulosa ciudad, admirada y temida, devastada y reconstruida; para descubrir el etemenanki real, la Torre de Babel saqueada y destruida a lo largo de los siglos, cuyos restos -muy pocos se conservan- descubrió el arqueólogo Robert Koldewey en 1913.
En Murcia se exponen tres fragmentos de arcilla hallados entre los escombros de ese zigurat de adobe, un barril de arcilla con inscripciones conmemorativas o una tablilla de arcilla con el plano de una vivienda.
Se muestran además dos maquetas, realizadas por investigadores de la Universidad de La Coruña, que proponen una visión real de aquella atalaya.
¿Cómo era la Torre, qué altura tenía, cómo se accedía a ella, que forma tenía el monumento que presidía su cima?
La hipótesis que se muestra en el MAM es de una altura de 60 metros distribuidos en seis terrazas, de 48 metros de altura total, y un templo de doce metros de alto. Con amplias rampas en zigzag o distribuidas por las distintas fachadas.
Una teoría que rompe con la “tradicional” altura de 90 metros del zigurat babilónico pero que sigue mostrando un majestuoso edificio.
Deja una respuesta