Entre los científicos que investigan el arte rupestre paleolítico siempre ha habido una duda. Las pinturas dibujadas eran fieles a los animales de la época o tenían un significado abstracto más simbólico.
Un equipo internacional de científicos ha utilizado ADN de caballos de la antigüedad y han llegado a la conclusión de que todas las variaciones de color que se ven en las pinturas de las cuevas responden a la realidad.
Han llegado a esta conclusión analizando los genes de color del pelaje de 31 fósiles de caballos de hace 35 mil años hallados en Siberia, Europa y la Península Ibérica.
Hasta ahora, los científicos no sabían explicar la existencia de pinturas rupestres de caballos blancos moteados, como por ejemplo los del yacimiento de Pech-Merle (Francia), que datan de más de 25 mil años, ya que creían que estos equinos no existían en aquella época y pensaban que se trataba de una intención simbólica o abstracta del artista.
La investigación aparece publicada en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
https://t.co/BmFLlj5jgE #rockart #art #cavepaintings #pechmerle
Full map of Pech Merle cave #France to explore! More than 25 000 years BP pic.twitter.com/Q4G1htlQVG— Trevor the Giant (@Trevorttg) 22 de octubre de 2017
Deja una respuesta