Las obras de restauración que se han realizado en la Muralla de Ávila han dejado al descubierto hiladas de sillares del siglo IV hasta el VII, en sus cimientos.
Lo que supondría datar su antigüedad en 6 ó 7 siglos más antigua de lo que se pensaba.
Siempre se había pensado que la construcción de la Muralla se situaba a finales del siglo XI, ahora se plantea la posibilidad de que la muralla tenga su inicio en época tardoromana.
Uno de los detalles que hace de la Muralla un monumento único es el relleno. Está construido con 2 paredes de sillares entre los que introducía arena y cal. Este relleno, tiene más piedra de lo normal; lo que provoca un abombamiento que produce pequeñas grietas por las que se filtra el agua, con los consecuentes problemas de humedades que afectan al monumento.
Subir a la muralla de #Ávila…¡una puerta abierta a la imaginación!
?: Susana Maldonado pic.twitter.com/QVJwZRSOdj— CastillayLeónEsVida (@CyLesVida) 16 de octubre de 2017
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