En 1862 la Reina Isabel II ordenó una expedición que surco los océanos para estudiar zoología, botánica, biología, arqueología, geología. Se fotografiaron animales, plantas y gentes de todo tipo. La expedición fue dirigida por el naturalista Patricio M. Paz y Membiela.
Se exploró todo el cono sur hispanoamericano, incluidas las Malvinas, el Cabo de Hornos y el Estrecho de Magallanes; atravesaron las pampas argentinas, el desierto de Atacama, navegaron el Amazonas, investigaron restos arqueológicos en los Andes. Y desde Brasil hasta California enviaron más de 82 mil ejemplares de plantas, animales y minerales con su nomenclatura científica . Desde montañas bajaron a pozos y minas, y varios expedicionarios perdieron su vida durante la investigación.
En el transcurso de su cometido, los expedicionarios, se vieron envueltos en la guerra contra Perú en 1864, por la anexión española de las Islas Chinchas.
El material enviado a España fue extraordinario: diamantes de Brasil, pepitas de oro de California y Ecuador, corteza de quina, hoja de coca, monos, osos hormigueros, ranas, lagartos, cocodrilos, perezosos y hasta cóndores.
Estos materiales fueron remitidos a varias provincias y otros depositados en el Museo de Ciencias Naturales en Madrid.
El resultado científico de la expedición fue todo un éxito, pero menospreciado por la historia. No se sabe porque el silencio rodeo durante años esta Comisión sin que nadie reparase en ella.
Venus comb (Murex pecten), Indian Ocean, historical collection Paz y Membiela (XIX) #MNCN #Malacology #MolluscMonday pic.twitter.com/7cJ6oU78yQ
— MNCN Colecciones (@MNCN_Col) 17 de agosto de 2015
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