Sucede en el área de Transilvania durante la Edad del Bronce antigua y media (entre el 1900 y 1200 a.C.). Se ha definido como una cultura militarista, por sus armas metálicas y marcada tendencia a la fortificación de sus poblados.
Estos poblados de dimensiones reducidas, suelen situarse en lugares elevados, terrazas fluviales o cerca de ríos. Tenían planta rectangular o circular como sus casas, generalmente construidas con madera y tapial de barro.
En el Otomani antiguo se siguen utilizando las cerámicas cordadas y con cordones de relieve y por supuesto las hachas de combate de la metalurgia del bronce. La economía se basa en la agricultura del trigo y del mijo y en la ganadería de bueyes, caballos y cerdos. Se utiliza el carro de cuatro ruedas. El ritual funerario es la inhumación en tumbas individuales cubiertas por estructuras tumuliformes.
En el Otomani clásico se produce la fase de apogeo de la metalurgia del bronce, gracias a la explotación de los yacimientos de cobre. Se elaboran espadas, puñales, bocados de caballo y alfileres de cabeza anudada. Los objetos de oro se hacen más frecuentes concentrándose sobre todo en los guerreros. La cerámica mucho más cuidada con bruñidos y decorada con motivos en espiral.
Los rituales funerarios en esta fase son las inhumaciones en grandes cementerios, aparecen las primeras incineraciones, En los ajuares funerarios se observa una diferenciación sexual.
Ya con el Otomani tardío se inicia el declive de esta cultura. Los poblados son abandonados y el ritual de incineración se va imponiendo.
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— laure latham (@frogmomblog) 26 de octubre de 2017
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