Isabel I de Inglaterra era hija del rey Enrique VIII y Ana Bolena. Junto con su hermana María Tudor (hija de Enrique y Catalina de Aragón) tuvo que aguantar el continuo vaivén emocional de su padre, que las llegó a condenar a las dos como hijas ilegítimas.
En 1536, Ana Bolena perdió definitivamente el favor del que había sido su marido, Enrique VIII, y fue decapitada. Esta situación llevó a la pequeña Isabel a ser declara ilegítima, como lo era también su hermanastra María. No fue hasta 1544 cuando Isabel pudo volver a la Corte. Cuando murió María, casada con el rey español Felipe II, subió al trono, ya que ésta no tenía descendencia.
Comenzaron así 45 años de fértil reinado, marcado por una defensa férrea de la Iglesia Anglicana contra católicos y protestantes, a los que persiguió sin piedad. Sus relaciones con el Imperio Español fueron malísimas, el pueblo inglés nunca perdonó a María Tudor su matrimonio con el considerado enemigo número uno de los ingleses: Felipe II. Por este motivo Isabel siempre tuvo el favor de sus súbditos, al estar continuamente enfrentada con España.
Hoy, "Historia de la Iglesia" versa sobre la persecución de Isabel I de #Inglaterra, Santa #Margarita de Clitherow y el sacramento del Orden pic.twitter.com/y1YZzLN2r3
— Radio María España (@RadioMariaSpain) 24 de octubre de 2017
Otro problema que tenía Isabel era la católica Escocia, gobernada por la reina María Estuardo. En 1568 el Partido Protestante se alzó con el poder en Escocia y la Estuardo huyó. Isabel la hizo prisionera y temerosa de que algún día pudiera disputarle el trono de Inglaterra, no dudó en ejecutarla en 1587.
Su política exterior estuvo marcada por sus continuos enfrentamientos con España. Los escarceos en el mar eran continuos; en los que el pirata Francis Drake, patrocinado por su reina, tuvo mucha responsabilidad. La cosa fue a más y Felipe II mandó la Armada Invencible contra la Inglaterra de Isabel. La Armada fracasó e Isabel conquistó la supremacía en los mares.
En el ámbito cultural también destacó. Su reinado fue una época de renacimiento cultural, con especial atención al teatro. Durante su reinado se construyó el primer teatro público de Londres, en donde llegó a estrenar obras un tal William Shakespeare.
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