La ampliación del centro cívico Pati Llimona (Barcelona), ha dejado al descubierto 17 metros de muralla romana de la Barcino del siglo IV.
Un edificio, desocupado durante años, ocultaba en su interior restos de una de las puertas romanas (la “puerta decumana”) de la ciudad y los restos de unos baños públicos del siglo I, las denominadas termas portuarias, en las que se puede distinguir una piscina escalonada, muros divisorios de las estancias, algunos con estucos hidráulicos conservados, y conducciones de agua.
En el interior del centro cívico se han musealizado los restos romanos, con la presentación de la muralla y una de las torres circulares.
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