El historiador húngaro y epigrafista Géza Alföldy, de 76 años, falleció el pasado domingo víctima de un ataque al corazón. Curiosamente murió en la Acrópolis de Atenas cuando realizaba una visita.
Nació en Budapest en 1935, estudió en su Universidad y logró el doctorado en 1958. Trabajó en el Museo de la Ciudad de la capital húngara hasta 1960 y en 1965 emigró a Alemania Federal. En 1975 ocupó plaza de profesor de Historia Antigua en la Universidad de Heidelberg, de la que era profesor emérito. Considerado el indiscutible número uno de la epigrafía romana. Dedicó monografías a Cornelius Nigrinus, el rival de Trajano, la inscripción del acueducto de Segovia o la del arco de Medinaceli.
Visitó todas las antiguas provincias romanas para investigar sus inscripciones, especialmente Tarraco, la Tarragona romana, a las que dedicó una considerable parte de su tiempo (Die römischen inschriften von Tarraco, Berlín, 1975). Entre sus principales áreas de estudio estaban la historia social de Roma (Historia social de Roma, Alianza) y el ejército romano. Su trabajo como epigrafista se culmina en el Corpus inscriptionum latinarum, la gran obra destinada a recoger todas las inscripciones del mundo romano.
#Hoy en el año 1935 nació Géza Alföldy, uno de los mejores historiadores y epigrafistas de todo el siglo XX. Fallecido en 2011. pic.twitter.com/jE1hy5d1s2
— Antigua Roma al Día (@antigua_roma) 7 de junio de 2017
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