Según un estudio del CSIC, fueron los Griegos y Romanos los primeros que comenzaron a contaminar el Mediterráneo hace 2.800 años. La contaminación venía por el comercio de metales.
Zinc, plomo, cadmio, cobre, arsénico y hierro se corresponde con la expansión de la industria minera, el comercio y la tecnología de estas civilizaciones.
Para llegar a estas conclusiones se ha analizado la concentración de residuos metálicos en los sedimentos de las praderas de posidonia oceánica de la bahía de Port Lligat (Girona), en donde se han encontrado sedimentos con 4.500 años de antigüedad.
La importancia de la posidonia radica en que actúa como un gran filtro y sumidero de polución en primera línea de costa.
Feliz dia y finde a tod@s .Cap de Creus y Port Lligat.Girona?? pic.twitter.com/QOcW8W2arP
— Antoni de la Mata (@AAmposta) 11 de agosto de 2017
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