Se han encontrado los restos de un soldado republicano que luchó en la Batalla del Ebro.
Ha sido hallado durante la excavación de la línea final de defensa del ejército republicano en los últimos momentos de la célebre batalla en noviembre de 1938.
Según las primeras investigaciones era casi con seguridad un miembro de las brigadas internacionales, calzaba un 44 y medía más de 1,80 metros, muy alto para un español de la época, así que los investigadores creen que se trata de un estadounidense y lo han bautizado como Charlie.
El soldado, sin insignias ni chapa identificativa, ha aparecido durante el estudio y excavación de una parte de la línea fortificada republicana en la sierra de La Fatarella.
El soldado carecía de casco y rifle, sin duda tomados por el ejército franquista; sin embargo, se han encontrado junto a él muchas municiones correspondientes al fusil Moisin-Nagant de fabricación rusa y 2 granadas de mano de procedencia polaca.
13/11/1938:
Unidades Navarras sublevadas atacan posiciones republicanas de la Sierra de la Fatarella y Vértice Serra.
Las tropas republicanas se repliegan a la orilla izquierda del Ebro y ocupan posiciones en la zona de Pobla de Masaluca, Tarragona y Batea. pic.twitter.com/A85dtdAWDF— GuerraCivilEspañola (@GueCiv3639) 13 de noviembre de 2017
El esqueleto ha aparecido rodeado de casquillos. Especial es el hallazgo del macuto del brigadista, con su escudilla y sus útiles de afeitar, trozos de jabón y frasco con medicina. Le lanzaron una granada que explotó junto a su pie, la metralla le seccionó el fémur, le entró en las costillas y hasta la columna vertebral.
La excavación de trincheras es algo excepcional y Charlie es uno de los pocos soldados encontrados en el sitio donde cayó. Los investigadores creen que debió quedar medio sepultado por las explosiones que lo mataron y los nacionales terminaron de enterrarlo.
La línea defensiva que pasa por Riba-roja, la Fatarella y Ascó la diseñó el teniente coronel Tagüeña, jefe del XV Cuerpo del Ejército, al comprender que la batalla estaba perdida. La concibió como perímetro de seguridad y último núcleo de resistencia del sector centro republicano en el que apoyar la retirada protegiendo la cabeza de puente en el margen derecho del Ebro. Se conserva bastante intacta, con muchos de sus elementos visibles, especialmente casamatas de cemento.
Al morir, Charlie defendía una posición desesperada en la zona de los Raimats, cerca de La Fatarella. La línea entra en acción al retirarse el 14 de noviembre los 50 mil soldados de Tagüeña hacia el puente de Flix. El jefe republicano coloca en la línea a sus combatientes con mayor capacidad de combate, entre ellos efectivos de la 15ª brigada internacional en la que aún queda un batallón de estadounidenses. Su misión es aguantar. Y aguantan. 48 horas. Lo suficiente hasta que el ejército ha pasado al margen izquierdo del río. La operación fue un éxito. Los soldados que se quedan protegiendo la retaguardia murieron casi todos.
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