Las excavaciones arqueológicas en el Teatro Romano de Cádiz siguen deparando sorpresas. Se han sacado a la luz nuevas gradas, lo que ha permitido ahondar en su fecha de construcción. El Teatro de Cádiz está considerado el segundo más grande del mundo. Los trabajos también han permitido destapar restos de viviendas del pasado medieval de la ciudad.
Los responsables de la excavación han realizado 3 sondeos básicos. El primero de ellos es el que ha desvelado las sorpresas porque ha permitido registrar en 9 metros de profundidad las diferentes ocupaciones del edificio, como la existencia de un barrio de época taifa, espacios domésticos almohades y pozos del siglo XVII. En el segundo sondeo ha aparecido un aljibe del siglo XVIII. El tercero, que busca conectar el teatro con el futuro centro de interpretación que se está culminado en el Pópulo, ha permitido demostrar que el abandono de la función escénica del teatro se tuvo que producir entre el siglo I y II d.C.
Se han documentado siete gradas, un pasillo y una barandilla que, según los investigadores, separaba el público noble del resto. Se han extraído hasta 500 sacos de materiales muebles con miles de cerámicas y trozos de columnas y placas. La mayoría de piezas son de época más tardía a la romana pero han aparecido columnas fabricadas con ónice africano y una cornisa de mármol blanco, que revelan los ornamentos que lucían durante el esplendor del teatro.
El teatro fue construido, por encargo de Balbo, en la segunda o tercera década del siglo I a.C. Es decir, tiene 2.100 años y pudo estar sirviendo para representaciones durante unos 200 años. Estos datos ya estaban documentados en fuentes literarias, como Cicerón, pero que ahora se demuestra científicamente.
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— Exprime Cádiz (@ExprimeCadiz) 24 de octubre de 2017
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