Primera Guerra Mundial. El fuerte de Loncin estaba defendido por el General Leman. Durante los intervalos de los bombardeos, los alemanes enviaban emisarios con bandera blanca pidiendo la rendición del fuerte. Leman se negaba.
El 16 de agosto un obús impactó en el polvorín y reventó el fuerte desde dentro. Cuando los alemanes entraron en el fuerte hallaron al general moribundo entre sus ruinas. Lo hicieron prisionero y lo condujeron a la presencia del general Von Emmich.
El General Leman le entregó su espada diciendo: “Me han capturado cuando estaba inconsciente. Quiero que esto figure en su parte”. El general Von Emmich le devolvió la espada lleno de admiración.
El 17 de agosto terminó la ofensiva contra Lieja y las tropas alemanas continuaron su avance. En los planes iniciales de la invasión tenían concretado que esta marcha se iniciaría el día 15. Lieja y sus fuertes solo habían retrasado a los alemanes 2 días.
Pero lo que los belgas ofrecieron al mundo fue mucho más que dos días de margen.
Lieutenant-general Gérard Leman, commander of the Belgian forces at Liège (c. 32.000 men) pic.twitter.com/c4CpqDpCPA
— WW I in Belgium (@WW1History1418) 5 de agosto de 2015
Fuente: “Los Cañones de Agosto”, Barbara W. Tuchman. 1962.
Luis GALDO says
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