La doble cabeza de águila romana, una pieza de bronce del siglo III encontrada en el año 2005 en el asentamiento de Lucentum, ocupará entre diciembre y marzo un lugar de honor en el museo ruso Hermitage.
La sala de San Jorge será la habitación que ocupe en exclusiva esta mano de bronce, el mismo lugar que ocupó el busto de Nefertiti en una de las exposiciones más publicitadas del Hermitage.
Esta empuñadura de espada en forma de águila bicéfala es una pieza única con mucho valor simbólico para los historiadores rusos.
No existen precedentes de águila con dos cabezas en toda la simbología romana. Por ello, el interés de los comisarios del Hermitage se encuentra en el escudo nacional ruso, compuesto por un águila bicéfala. Para los rusos es como encontrar un vínculo entre el Imperio Romano, Bizancio y la dinastía Romanov, como una prueba de que son herederos directos de Roma.
La pieza que aporta el centro alicantino es una incógnita para historiadores y expertos en heráldica. Las primeras referencias de águilas bicéfalas las encontramos en la época de los Habsburgo, no hay ningún soporte gráfico o escultórico similar en toda la iconografía romana.
La empuñadura podría simbolizar los imperios de Oriente y Occidente, o al dios Jano, que tenía dos caras.
La investigación de la pieza determinó que la escultura fue construida en el siglo III, en algún lugar del sur de Italia o en Oriente, dada la calidad del bronce.
La mano podría haber pertenecido a la escultura, probablemente de un emperador, del siglo I.
El misterio de la espada de águila bicéfala de Lucentum, por @AntonioMartin__ cc @antigua_romahttp://t.co/bLEVxl7OXS pic.twitter.com/fiX1PtKPAS
— María Tejero Martín (@Maria_Tejero) 26 de abril de 2015
Elena Perez Dias says
Un leve, pero importante, apunte: en la publicación de la pieza, se dice de manera clara que, aunque el contexto del hallazgo es del siglo III, el fragmento no lo es. Cuando se deposita en el suelo ya lleva años rota y está reutilizada. En el libro argumentan con paralelos conocidísimos que se trataría de un alto personaje del siglo I d. C., aunque, el contexto en el que se encontró sea del III. Cosas bien diferentes… unos 200 años.
MMM says
Buena puntualización, se agradece…