La sepultura del dirigente nazi Rudolf Hess en Wunsiedel (Baviera) fue desmantelada en la madrugada del pasado miércoles (julio 2011).
Desaparece así la tumba del hombre al que Adolf Hitler dictó Mi lucha.
Sus restos serán quemados y las cenizas esparcidas en alta mar después de que la comunidad cristiana evangélica del lugar denegara a los descendientes de Hess prorrogar el arrendamiento del sepulcro.
Desde que Hess se ahorcó en 1987 en la cárcel de Spandau, Wunsiedel se había convertido en meca de los neonazis.
British Nationalists lay wreath of flowers stylised in their emblem at Rudolf Hess grave. A Great British Hero. pic.twitter.com/xyyeD180kY
— DrScotRef (@DrScotRef) 25 de septiembre de 2017
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