5000 años después, en la zona de Al Hamdulab (Asuán) se ha descubierto tallada en una roca una inscripción con el dibujo más antiguo de un faraón. El páramo está repleto de dibujos e inscripciones antiguas, muchas de las cuales aún no han sido reveladas.
El monarca lleva una corona blanca del Alto Egipto, pertenece a la llamada Dinastía Cero (3.200-3.000 a.C.), un período que asistió a un complejo proceso de unificación política hasta la creación del estado y el nacimiento de la primera dinastía.
En el bajorrelieve, el faraón está escoltado por fieles de Horus, dios celeste iniciador de la civilización egipcia y símbolo de la zona fértil del valle del Nilo. También están representadas escenas de enfrentamientos, celebraciones en barcas, símbolos del poder político y animales.
El hallazgo incluye una serie de jeroglíficos, cuya escritura surgió por aquel entonces, y las primeras estampas de una celebración real.
Esta pieza del arte rupestre de la época predinástica representa una procesión de barcas supervisada por el rey acompañado de dos abanderados, un cortesano y un perro. Y muestra similitudes con las escenas talladas en la paleta de Narmer, una placa de pizarra que algunos estudiosos consideran el icono de la unificación del Alto y Bajo Egipto y uno de los vestigios de Nejen, la capital del sur.
El obelisco egipcio de 3500 años inconcluso de Asuán. Debido a una fisura no se terminó –> https://t.co/E4gTZRo4Kc pic.twitter.com/3Rc14L4Be3
— Venancio Ercoli (@venancioercoli) 5 de agosto de 2017
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