Un artículo publicado en el Journal of Human Evolution (JHE), nos plantea los cambios de hábitat que se produjeron en Atapuerca en el paso del Pleistoceno inferior al Pleistoceno, basándose en el yacimiento de la Cueva de la Gran Dolina.
El estudio se realiza analizando los micromamíferos encontrados en este yacimiento. Los resultados indican que hace 800.000 años se produce un cambio climático que supone el paso de una situación cálida y húmeda hacia una de seco y frío. En esta cronología la presencia humana es muy esporádica o inexistente. Es a partir de 500.000 años cuando el clima se vuelve más seco y se recupera la presencia del Homo antecesor y el Homo heildebergensis.
Gran día conociendo el origen de la evolución en las dolinas de #Atapuerca y el @museoevolucion en #Burgos gracias a @COLVEMA pic.twitter.com/vnDyKzvyws
— maRio (@mario16p) 22 de octubre de 2017
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