Castro vetón de Yecla la Vieja (Salamanca), es un recinto de forma triangular rodeado por 1,2 kilómetros de muralla. Este lugar tiene sus orígenes hacia el año 500 a.C., poco antes de la II Edad del Hierro. Sus murallas alcanzan en algunos sitios 7 metros de grosor y 6 de altura y son consideradas uno de los mejores restos vetones de España.
Esta muralla está compuesta por sillarejo de granito sin argamasa, colocado en seco, y muy bien ajustado, se adapta perfectamente a las ondulaciones del terreno. En las zonas de mayor pendiente se encuentra inclinada para ampliar su estabilidad.
El castro estaba situado estratégicamente para controlar desde la altura, el arroyo Varlaña y el río Huebra. Convirtiéndose en una defensa difícil de franquear.
La puerta principal del castro presenta forma de embudo, que evidencia su carácter defensivo. Poco a poco se estrecha hasta convertirse en un pasillo, que facilitaba el ataque desde los lados.
El lugar viejo de Yecla fue habitado por vetones, celtíberos, romanos y visigodos, que fueron los que lo abandonaron en el siglo XII para fundar la actual Yecla de Yeltes, a poco más de un kilómetro de distancia del castro. Todos dejaron su huella en este recinto. Unos con sencillos grabados de caballos en las rocas, algunos símbolos, un toro o escenas de caza. Los romanos dejaron abundantes elementos de hierro, aunque en este caso, para disfrutarlos, lo mejor es visitar el Aula Arqueológica en el pueblo, donde también se podrán ver estelas funerarias, monedas, un osario y un verraco muy bien conservado.
Dentro del castro se encuentra la iglesia de la Virgen del Castillo, construida en la época de los Reyes Católicos. En sus paredes aprecian restos arqueológicos que pertenecieron al castro.
Castro de Yecla la Vieja #Salamanca de origen vetón s V a.C. pic.twitter.com/8HhLhZMU55
— Ruta por la Historia (@rutahistoriafm) 13 de enero de 2015
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