LINGOTES DE PLOMO: Se encontraron 1744 fragmentos de lingotes de plomo (2120 kg de peso) en forma de casquete esférico, muy deteriorados. Todos fueron documentados. Los plomos, estaban colocados sobre el abarrote del barco. Los análisis realizados indican que se trata de mineral de plata y plomo que ha sido beneficiado con el fin de extraer de él toda la cantidad posible de plata. El resultado son tortas con una cantidad considerable de plomo, más del 90% de la composición, y el 10% restante de plata.
La zona central del barco, alrededor del mástil, es la única libre de “plomos”. Por lo cual la única donde la tripulación podía instalarse con alguna comodidad. El Mazarrón 2 no tenía cubierta, con lo cual los tripulantes no tenían sitio donde dormir; lo que nos hace suponer que se dedicaba a trayectos cortos.
ÁNFORA: En el interior del barco aparecen la parte superior de un ánfora fenicia tipo Trayamar 1, que estaba destinada al agua dulce de la tripulación. El ánfora, pudo ser reconstruida por completo en laboratorio. Alrededor del ánfora aparecieron numerosos restos de cabo; lo más seguro es que rodearan el ánfora forrándola o sirviese para sujetarla al mástil del barco.
El ánfora corresponde a los prototipos conocidos en la costa de Málaga y Granada y se aleja de las producidas por cartagineses e ibicencos.
CEPO DEL ANCLA: Fuera del barco, a 1 metro de distancia de la proa, se localizó en 1994 una pieza curva de madera.
Comparándola con el ancla de madera de Ma´agan Michael en Israel, (la más antigua conocida hasta que aparece el Mazarrón 2) se confirmó que se trataba del ancla de la nave fenicia en buen estado de conservación.
Toda el ancla es de madera menos el alma del cepo que va rellena de plomo. También se conserva la estacha del ancla (cuerda que la unía al barco), fabricada en esparto.
ESPUERTA: Este tipo de cazuela ha sido relacionada con la manufactura y el consumo de alimentos. Su posible vinculación con uno de los barcos hundidos en la Playa de la Isla hace interpretarlo como parte de la vajilla de uso cotidiano de la tripulación.
MOLINO: aparecen en la mitad oeste del barco, dos piedras de granito gris, que forman la base y el rulo de un molino de mano (destinado a la comida de la tripulación), conocidos desde el Neolítico como “barquiformes”.
Su aparición en una embarcación nos habla de la preparación de alimentos durante la travesía. Su uso podía ser en el propio barco o en tierra, en las diferentes escalas de la ruta. Permite suponer que una parte importante de la alimentación durante el viaje eran los cereales.
Todo el cargamento del barco se trasladó y se encuentra en el ARQUA (Cartagena). A parte de lo citado anteriormente; se conserva parte del abarrote, el sistema de cosido de las cuadernas y el calafateado.
Fuentes:
Mazarrón 2: El barco fenicio del siglo VII a.C. Campaña de noviembre – 1999 / marzo 2000. Iván Negueruela y otros. 2000.
Panorama del Museo Nacional de Arqueología Marítima y Centro Nacional de Investigaciones Arqueológicas Subacuáticas (Cartagena). Iván Negueruela.
ARQUA (Museo Nacional de Arqueología Subacuática – Cartagena)
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