Fue el 22 de junio de 1941cuando las tropas nazis entran en territorio ruso. La noticia de la apertura del frente oriental, fue celebrada en la España franquista con entusiasmo.
Dos días después, Ramón Serrano Suñer, ministro de Asuntos Exteriores, pronunció su famosa sentencia: ¡Rusia es culpable!… En España, se siguieron alistando voluntarios para ir al frente ruso y en pocos días las inscripciones superaron con creces los efectivos necesarios para formar una división: aproximadamente 18 mil hombres.
El día 13, la primera expedición de la División Azul, por el color de la camisa falangista, bajo el mando del general Agustín Muñoz Grandes, partió hacia el campamento de Grafenwohr, en Baviera, donde se transformaron en la 250 división de infantería de la Wehrmacht.
Tras unas semanas de instrucción militar y acto de jura, la división salió hacía el frente oriental. El día 6 de septiembre de 1941cruzó la frontera rusa. Los voluntarios españoles vestían el uniforme alemán, aunque lucían en el casco y en la manga derecha los colores de la bandera bicolor.
El grueso de la 250 división fue destinado al frente norte, al cerco de Leningrado. Una batalla que duraría casi 900 días y en la que hubo un millón de civiles muertos.
«Primavera sin flores y sin risas, primavera, guerra en el Wolchow» -Canción popular de la División Azul pic.twitter.com/TlN28Vni6a
— Úlfheðinn (@DuxHispanii) 10 de noviembre de 2017
La participación de la División Azul en el frente ruso duró hasta finales de 1943. Después de su disolución alrededor de 1000 hombres permanecieron enrolados en otras unidades militares alemanas. Para la historia de la división quedaron acciones sobresalientes como un rescate en el Lago IImen o la batalla de Krasny Bor.
De los aproximadamente 46 mil hombres que formaron la división en los diferentes reemplazos, murieron unos 5 mil, 12 mil fueron heridos y entre 300 y 500 fueron capturados por los rusos. Los que sobrevivieron a los campos de prisioneros soviéticos fueron repatriados a España en 1954. Llegaron al puerto de Barcelona el 2 de abril en el barcoSemíramis, donde pese al júbilo del primer día rápidamente las autoridades franquistas impusieron un tono discreto a las celebraciones.
Dictadura y prensa pasaron de la adhesión entusiasta a la División Azul en los primeros años 1941-42 al mutismo y la indiferencia a partir de 1944.
Si el retorno a España de los primeros voluntarios en marzo de 1942, fue celebrado con recepciones y homenajes; la vuelta de los últimos fue discreta o directamente ignorada. El único que sacó provecho de la peripecia de la División Azul fue Franco, que se libró de los falangistas más revoltosos.
Ferdynand says
¿Tú sabes a qué se debía en parte la eficacia de la División Azul en Rusia? –
A que, a diferencia del material de guerra germano, los soldados falangistas vestían abrigos de pura lana de Castilla!!
MMM says
Buen apunte… lo que sí que he leido es que algunos falangistas llevaban debajo del uniforme nazi la camisa azul… por eso de sentir los colores supongo…
Ferdynand says
No veas lo que pensarían los mujiks rusos cuando los vieran sacar los ibéricos que Serrano Súñer les mandaba