Fueron muchas las causas por las que se desembocó en la Guerra Civil. Pero tal vez, la gota que colmó el vaso fue el asesinato de Calvo Sotelo.
Seguramente el alzamiento militar se terminó de fraguar entre el 13 de julio de 1936, fecha del asesinato de Calvo y el 17 de julio, fecha inicial del alzamiento. Pero lo que no se puede obviar es que antes de estas fechas, los militares sublevados ya habían tenido una serie de contactos. Sobre todo después de que el Frente Popular ganara las elecciones el 16 de febrero.
Tampoco se puede saltar por alto que tanto Calvo como su partido mantuvieron una estrecha relación con el general Mola y los miembros de la Unión Militar Española, a los que prestó su apoyo y dio su conformidad para el golpe que estaban preparando.
El asesinato de Calvo comenzó la noche en que unos agentes de la autoridad, estrechamente vinculados al PSOE, secuestran en su domicilio al diputado y lo matan de dos disparos en una camioneta de la sección de Asalto de la Policía Gubernativa. Las sospechas llevan a pensar que fue una acción decidida por el Ministerio de la Gobernación, y transmitida a lo largo de una cadena de mando hasta sus ejecutores inmediatos, militantes del PSOE.
La reacción del Gobierno fue desastrosa y no ayudó para nada a calmar los ánimos, todo lo contrario. No condenó públicamente, ni de ninguna otra manera, el atentado. Tampoco lo hizo el PSOE.
La Guerra Civil no comenzó el #18dejulio. Lo hizo cinco días antes con el asesinato del líder de la oposición Calvo Sotelo por el gobierno. pic.twitter.com/Qx4A6dfoAC
— ASMC_Toletum (@ASMC_Toletum) 18 de julio de 2017
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