El rey macedonio, que pasó a la Historia como un gran conquistador, explorador y descubridor de tierras remotas, llega a Madrid. Al que, hasta ahora, nunca se le había dedicado en nuestro país una gran exposición.
La muestra se articula en diez salas, siguiendo un recorrido lineal y coincidente con el avance de las tropas de Alejandro en su viaje de doce años por Asia. Los visitantes podrán admirar más de 330 piezas espectaculares provenientes de más de cuarenta museos, entre ellos: Atenas, Basilea, Berlín, Bruselas, Dresde, Copenhague, Lisboa, Londres, Moscú, Múnich, Nápoles, París, Roma, Sofía, Tesalónica, Stuttgart y Viena.
También se han incorporado los últimos hallazgos de las más recónditas regiones de Asia, como los objetos del Museo Nacional de Tayikistán e, incluso, de zonas en situación tan delicada, como las cedidas por el Museo Nacional de Kabul, en Afganistán.
Entre las piezas más destacadas de la exposición, se encuentran relieves en ladrillos esmaltados de la Puerta de los Leones de Babilonia, una de las joyas del Museo de Berlín, nunca hasta ahora vistos en España diversos retratos de Alejandro, conservados en copias romanas o en monedas; alguno de los tesoros de la necrópolis real de Macedonia; delicadas placas de marfil tallado de Afganistán, que ilustran el refinamiento de los reinos surgidos tras el paso de Alejandro Magno por aquellas remotas tierras o las primeras figuras de Buda del arte hindú surgido como reflejo del arte helenístico, conjunto de esculturas, bronces, armas de su ejército, monedas de los distintos países, textos en las más diversas lenguas y escrituras de la época; en oro, plata, alabastro, cerámica y pedrería.
Una vida tan intensa como efímera, iniciada en el año de 356 antes de nuestra era en Pella, al norte de Grecia. El saber aristotélico y el vigor heroico convertirían a aquel muchacho en un genio militar que, con tan solo 35.000 hombres provistos de las temibles “sarisas”: picas de seis metros de longitud, más 5.000 jinetes; se adueñó de Oriente Próximo y Medio, más el Asia Central en 12 años.
Anatolia, Egipto, Siria, Irak, Persia, la insondable Bactria (Afganistán)… Una por una cayeron en manos de su aguerrido ejército. Sus huestes cruzaron incluso el río Indo. Contaba con apenas 20 años.
A lo largo de 23.480 kilómetros hasta culminar su sueño de inmortalidad. Hasta 25 ciudades tomaron su nombre. Setenta más fundó a su paso. Su vida se apagó a los 32 años, tras 10 días de atroz agonía.
Alejandro Magno. Encuentro con Oriente. Sala de exposiciones del Canal de Isabel II. Plaza de Castilla. Desde el 3 de diciembre, hasta el 3 de mayo.
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