La pirámide escalonada del faraón Zoser (2687 a.C – 2668 a.C.), de unos 4.700 años de antigüedad, maltrecha tras sobrevivir a un terremoto en 1992, se mantiene en pie con la ayuda de unos enormes “airbag” mientras un equipo de expertos británico y egipcio trabaja en su estructura para reforzar su esqueleto.
Considerada la primera gran construcción en piedra del mundo, levantada en la III dinastía por el sumo sacerdote Imhotep, tenía un elevado riesgo de colapso. La edificación es el resultado de la superposición de 6 mastabas, una estructura truncada de adobe en forma piramidal en cuya cámara subterránea estaba ubicada la tumba real.
Se encuentra a unos 25 Km al sur de El Cairo y es la pirámide más popular de la necrópolis de Saqara. Sometida desde 2007 a una lenta restauración.
El problema físico era cómo asegurar los enormes bloques de piedra sin mover ni cambiar ninguna de las fuerzas que actúan sobre ellos. Cualquier modificación podría haber provocado un hundimiento inmediato.
La pirámide de Zoser en Sakkara (Dentro de la pirámide -Nacho Ares-) https://t.co/JhVbKzBUj8 pic.twitter.com/MxotY391B3
— AlFinalDeLaEscalera (@finalescalera) 22 de septiembre de 2017
La solución se encontró en una técnica empleada por las tropas británicas en Afganistán. El invento consiste en una bolsa de agua que ayuda a amortiguar el efecto de los artefactos explosivos. Fabricadas con el mismo tejido y adaptadas a las diferentes formas de la cúpula de la cámara funeraria, 18 enormes bolsas de aire han sido colocadas en el interior de la pirámide con el objetivo de impedir que la estructura ceda ante las cargas de compresión.
La pirámide cuenta con un complejo sistema de galerías subterráneas, almacenes y 11 pozos de 32 metros, entre ellos, el que alberga la cámara funeraria del faraón, de 7 metros de anchura. Construida en granito con revestimiento en yeso.
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