Está a punto de ser desvelado uno de los misterios más grandes de la historia del arte. Se cree que “La Batalla de Anghiari”, obra de Leonardo Da Vinci se encuentra oculta en una pared del Palazzo Vecchio de Florencia. Algunos expertos creen que este fresco es más importante incluso que La Gioconda o La última cena.
El cuadro mide 7 metros de alto y 17 de largo, fue pintado por Leonardo en el año 1505 y está inacabado. Durante este mes, una veintena de ingenieros y científicos de la Universidad de San Diego junto a expertos de arte del Ayuntamiento de Florencia, iniciaron los trabajos en el Salón de los Quinientos del Palazzo Vecchio. El objetivo es comprobar si efectivamente “La batalla de Anghiari” se encuentra oculta detrás de un fresco que representa “La batalla de Scannagallo”, pintado en 1563 por Giorgio Vasari.
El Salón de los Quinientos era el centro de poder de la República de Florencia, para adornarlo fueron llamados los 2 genios del Renacimiento: Leonardo y Miguel Ángel, que comenzaron a pintar en paredes opuestas. Pero en aquellos tiempos de guerras, Miguel Ángel renunció y Leonardo trabajó un año, dejando su obra inacabada. De ese fresco, rodeado de misterio, han quedado magníficos dibujos, de gran fuerza expresiva. La parte central del mural, con el combate frontal de caballos y soldados, fue considerada como un estudio sin precedentes de anatomía, representadas en una copia de Rubens. Durante décadas muchos artistas, como Rafael, fueron al Salón de los Quinientos para hacer copias de la pintura.
“La batalla de Anghiari” fue un auténtico desastre desde el punto de vista técnico. Leonardo utilizó materiales inapropiados y sin la adecuada preparación del muro, por lo que el fresco se “evaporó”. Para reestructurar el Salón, los Médici llamaron a Giorgio Vasari, quien cubrió la pintura de Leonardo y el resto de las paredes con grandes frescos.
Italian Renaissance: The Battle of Scannagallo – Giorgio Vasari (1554) #APEuro pic.twitter.com/Yl9R6aSw3q
— AP Euro (@APEuroGNHS) 25 de agosto de 2016
Deja una respuesta